miércoles, 28 de abril de 2010

[V.I.O.L.E.N.C.I.A. de G.É.N.E.R.O]

Esta fue la temática expuesta por las compañeras Noelia, Sandra, Eloísa y Lourdes en nuestra primera sesión dedicada a las exposiciones de los grupos. Siempre resulta interesante escuchar lo que los compañeros tienen que decirnos, quizás prestamos más atención al valorar más la información recabada, ver cómo se desenvuelven, ver nuestra propia evolución como grupo tras el paso de los cursos. De hecho, quería alabar cómo se desenvolvieron con nosotros, me dio la impresión de que eran verdaderos profesores los que exponían el tema al hablar con tanta soltura: se generó debate, mandaron a Jose Luis sentado en la primera fila leer una diapositiva y posteriormente una frase a cada uno para conseguir la implicación del alumnado. Me gustó mucho ese detalle.
La temática en cuestión está a la orden del día. No es que esté de moda, sino que, como bien se dice, ahora se sacan a relucir más esos casos, que por otra parte siempre han existido.
Como en todas las exposiciones, se explicó el concepto, la metodología y los objetivos de intervención, aún así consta de una compleja realidad al no estar tratado debidamente. O esa es mi opinión. De hecho, se comentó cómo no puede existir violencia física sin que esto implique la psicológica, pero si puede darse al revés, algo muy dentro de la lógica teniendo en cuenta los sentimientos de inseguridad, incertidumbre, culpabilidad y carencia de afecto que esto implica.
En la misma clase se generaron varios debates, lo que hizo la sesión más dinámica. Resulta que, de modo discriminado, el concepto de violencia de género sólo se refiere cuando una mujer es maltratada por un hombre. En caso de que sea un hombre maltratado, o entre personas homosexuales (que los hay, por supuesto que los hay), nos referimos con el concepto de violencia doméstica para explicar esa situación. Esto ya es una forma discriminatoria de referirnos a la mujer como víctima de este maltrato únicamente por ser el colectivo mayoritario que padece o se ve envuelta en estas circunstancias, pero nos olvidamos de mirar la realidad de un modo global excluyendo a hombres o parejas homosexuales que, aún siendo personas, son tratados de forma distinta. Es un modo de etiquetar la violencia que ha nacido en el seno de una sociedad que está viviendo el boom del reconocimiento de la mujer, tanto que nos extralimitamos como ocurre en situaciones como estas. Por ello, son amplios los recursos a los que pueden optar estas mujeres (otro tema sería la efectividad de los mismos), así como las leyes que amparan los derechos de la mujer; en contraposición con la figura del hombre antes comentada. Parece ser que no se concibe en esta sociedad que una mujer tenga la capacidad de maltratar física o psíquicamente a un hombre; pensando y creyendo concienzudamente esto, es cuando realmente estamos subestimando el papel de la mujer y desprotegiendo la figura masculina por ser considerado como el fuerte, y su perfil relacionado con la palabra de maltratador, no de maltratado. Enorme gran fallo de la sociedad.
Otro debate se abrió al preguntar si una mujer inmigrante musulmana es maltratada, lo cual es permitido por el Corán (libro que no da más que problemas, cada día lo tengo más claro), qué papel tomaría la Justicia española, si haría algo. La conclusión a la que se llegó es que actualmente la Justicia actúa de oficio, ahora no tiene por qué ser la mujer la que denuncie, sino que si yo lo veo por la calle puedo denunciar yo mismas y la Justicia actuaría igualmente. Ahora que me doy cuenta, me he referido sólo a la mujer en esta situación, ejemplo en mi misma persona de que tendemos a posicionarnos y ver a la mujer como la persona en riesgo de ser víctima del maltrato. Tengo que aplicarme el cuento que he soltado en el párrafo anterior, ¡porque es cierto, pero no correcto!
Por último, comentar que nos expusieron tres videos: el primero de ellos fue un fragmento de la película de “te doy mis ojos” que pone los pelos de punta, peli que me gustaría ver. El segundo es un corto que vimos con muchas dificultades y problemas técnicos, pero descriptivo al fin y al cabo, y al finalizar la exposición otro corte con los mismos hijos de personas maltratadas que piden que se denuncie la situación de los padres, de estos videos que te tocan la fibra sensible vaya.





En definitiva, la clase concluyó con unos minutos dedicados a la resolución de pregunta, donde se generaron algunos de los debates explicados; la verdad es que nos cebamos y preguntamos bastante la verdad, no sé si por ser la primera exposición, por ser de dos horas la clase y disponer de más tiempo (que se nota muyyyy mucho), o por ser un tema demandado y que despierta el interés de la clase. Por lo que a mí respecta, anoté varias cosas que me resultaron muy curiosas, básicamente las que he comentado, puesto que fueron las que llamaron mi atención y me parecieron importantes de reseñar. Por ello, considero que deberíamos proclamar los derechos tanto de hombres y mujeres con respecto a este delicado asunto que arremete tan cotidianamente en nuestros días. Sensibilicémonos con la causa, y no nos acostumbremos a ver estas situaciones, ni tengamos miedo de denunciar cuando sea necesario. Si no, no conseguiremos nunca atajar esta problemática, ¡y este no es el mensaje que debemos difundir!

[B.U.D.O] .un estilo de vida.

"Nunca es tarde". No sé quién dijo esta frase en su día pero debía ser un sabio! La verdad es que soy una de las personas que lleva a rajatabla su verdad, que últimamente se está convirtiendo en mi verdad también. Pero allá vamos, al lío.

A principios de este cuatrimestre se nos impartió un seminario cuya temática tratada era el Budo, término que engloba todas las artes marciales japonesas (juro, kendo, aikido, karate, como las más comunes). La novedad del asunto llamó mucho la atención a la clase en general. Digamos que muchos de nosotros nunca nos habíamos adentrado lo más mínimo en este mundo y teníamos un concepto equivocado de él. Y es que se piensa que esta técnica, las artes marciales me refiero, son meramente un deporte de autodefensa, un deporte competitivo, violento y cargado de ira; una lucha. He ahí nuestro error, pues resulta ir mucho más allá.
El Bushido es algo puramente espiritual inspirado en la filosofía oriental (Taoísmo especialmente, además de la corriente zen del budismo, entre otros), y se remonta a años de antigüedad en manos de los guerreros samuráis. Quizás de ahí venga nuestra confusión al relacionarlo con la violencia, pero debemos tener en cuenta la filosofía espiritual imperante en el mundo oriental, tan alejada de la nuestra por otra parte.

Esta filosofía de la que hablo está basada en una dualidad que representa los aspectos positivos y negativos del espíritu humano y de la naturaleza. El Yin representa la quietud y el recogimiento, y el Yang a la acción y la expansión. La esencia de estas artes es la importancia que le dan a la meditación de la persona, al equilibrio, la estabilidad emocional y del pensamiento, la fusión con la naturaleza y el oponente, el conocimiento del cuerpo propio, la empatía (tan tocada en nuestra carrera), la introspección de la persona; todo ello para trasformar la agresión en no agresión, alcanzar un conocimiento propio y crear a una persona sincera y real.

Esta filosofía oriental nos permite modificar un sentimiento negativo en otro positivo, conocernos a nosotros mismos a través de la sincronización de nuestro cuerpo y mente, y así poder conocer y respetar al resto. No sé si esto suena a patochada, pero es importante para la persona tener un tiempo para que se conozca, meditar, relajarse y entrar en sintonía consigo mismo. No dejar que los agobios, los impulsos o las dudas nos impidan potenciar nuestra persona, sino que todos debemos querernos lo suficiente como para dedicarnos un rato a nosotros mismos y cuidarnos tanto por fuera como por dentro. Personalmente, me parece una bonita forma de hacerlo.

Como futuros educadores y trabajadores sociales, o al menos eso espero, creo importante que nosotros mismos nos formemos para ser personas íntegras, completas, empáticas, con un enorme respeto por los demás y hacia nosotros mismos, personas que demos importancia a la vida igual que defiende esta filosofía, y que tengamos siempre presente un concepto positivo de las personas, creyendo así en la reinserción, en la posiblidad y capacidad para mejorar.

Así que el seminario en sí no fue tan práctico como me imaginaba que fuese a ser, más que nada porque estaba equivocada en cuanto a lo que me iba a encontrar, pero me gustó la importancia que le dieron a estos valores, a esta forma de vida que por otro lado admiro.

Para concluír esta entrada, os dejaré con el trailer de la película "Kunfu Panda", que toca este tema de una fomar amena, animada y divertida, y supongo que habréis visto la mayoría.

Por otro lado, que no menos importante . . . ¡Mucho ánimo a todos!







Si cambias de postura, cambiarás de actitud.

Si cambias de actitud, algo en tu interior va a cambiar.

Si algo en tu interior cambia, toda tu vida va a cambiar.

Si tu vida cambia, todo tu destino va a cambiar.

MICHIO HIKITSUCHI SENSEI