¡Hola internautas! [por cambiar el saludo oye=)]. Sé que ahora mismo debería dedicarme a escribiros sobre otro tipo de entrada, pero prometo no dejarlo en el tintero, ¡por mi bien para qué engañarnos! pero me gustaría opinar sobre un tema en concreto, y es que siempre he tenido la especialidad de hacer lo que no es necesario y dejar lo importante para luego. ¡Qué dezazzztre!Al grano; quería dar mi opinión sobre un hecho que sucedió en el mes de abril, pero que aún sigue resonando por la polémica in crescendo que ha surgido en nuestro país (y que ya se venía comentando con antelación...); me refiero pues a la aceptación del yihab o velo musulmán dentro de los centros educativos. Es tan ambiguo y capaz de generar tal debate esta situación, que en algunos centros se están tomando medidas cuestionadas, como es el caso del instituto público Camilo José Cela de Madrid.
El caso es que este instituto tomó la decisión de prohibir el uso de vestimentas que cubran la cabeza o rostro del alumnado dentro de las aulas, sin excepción. En este contexto se encuentra Najwa, española de religión islámica, que ha sido apartada de las clases por asistir a ellas con el velo musulmán tan criticado por muchos tal y como nos comenta el texto. Ahora bien, ¿son acercadas las políticas de regulación y prohibición de esta prenda que han llevado a cabo algunos centros o nos estamos excediendo en nuestras labores?
En primer lugar, aclarar cuál es la simbología del hiyab inscrito en el libro sagrado musulmán (Corán), para así comprender mejor a qué nos enfrentamos. Antiguamente, esta prenda se utilizaba para distinguir a las mujeres esclavas de las que no lo eran, pero esto ha evolucionado en el mundo musulmán con el paso de los años a una prenda simbolizadora de la sumisión a Dios, y la sumisión de la mujer dentro de esta sociedad. He ahí el conflicto, ¿debemos aceptar que mujeres musulmanas que en nuestro país llevan voluntariamente el velo lo sigan haciendo, o tomar medidas para atajar una situación que tiene un trasfondo mucho mayor como es la desigualdad y violencia social hacia la mujer musulmana que se presta a llevarlo? Complicado asunto.
El hiyab o velo islámico, en realidad, es una vestimenta femenina que antaño cubría la mayoría del cuerpo de la mujer, y que hoy ha quedado reducido al rostro. Buscando al respecto, podría dar dos explicaciones sobre por qué la mujer musulmana lleva el velo en cuestión:
El caso es que este instituto tomó la decisión de prohibir el uso de vestimentas que cubran la cabeza o rostro del alumnado dentro de las aulas, sin excepción. En este contexto se encuentra Najwa, española de religión islámica, que ha sido apartada de las clases por asistir a ellas con el velo musulmán tan criticado por muchos tal y como nos comenta el texto. Ahora bien, ¿son acercadas las políticas de regulación y prohibición de esta prenda que han llevado a cabo algunos centros o nos estamos excediendo en nuestras labores?
En primer lugar, aclarar cuál es la simbología del hiyab inscrito en el libro sagrado musulmán (Corán), para así comprender mejor a qué nos enfrentamos. Antiguamente, esta prenda se utilizaba para distinguir a las mujeres esclavas de las que no lo eran, pero esto ha evolucionado en el mundo musulmán con el paso de los años a una prenda simbolizadora de la sumisión a Dios, y la sumisión de la mujer dentro de esta sociedad. He ahí el conflicto, ¿debemos aceptar que mujeres musulmanas que en nuestro país llevan voluntariamente el velo lo sigan haciendo, o tomar medidas para atajar una situación que tiene un trasfondo mucho mayor como es la desigualdad y violencia social hacia la mujer musulmana que se presta a llevarlo? Complicado asunto.
El hiyab o velo islámico, en realidad, es una vestimenta femenina que antaño cubría la mayoría del cuerpo de la mujer, y que hoy ha quedado reducido al rostro. Buscando al respecto, podría dar dos explicaciones sobre por qué la mujer musulmana lleva el velo en cuestión:
- Llevarlo protege a la familia, puesto que de este modo el marido no se sentirá atraído por mujeres más jóvenes que su mujer. Esto, enlazado con que consideran que la juventud y belleza de la mujer sólo dura quince años. En cambio, aquellas mujeres que sean feas o mayores no estarían obligadas a llevarlo.
- El llevarlo protege también a la mujer que lo lleva, ya que así ningún hombre se sentirá atraído por su cuerpo al estar totalmente tapado. Con esto se evitará que abusen de ella o puedan molestarla.
Increíble, pero cierto. En vez de tomar medidas o realizar políticas educativas y sociales para proteger a la mujer en cuestión y atajar y prevenir los malos tratos ejercidos sobre ella, su cultura y religión machista les impone una prenda “protectora” de la acción de los hombres no penada por la misma religión que las somete. Vergonzoso. Entonces ¿qué pasa? Que traen esa tradición y costumbres a nuestro país, y se empieza a generar esta polémica.
Mientras sus maridos, padres o hijos pueden ir en pantalones blancos y cortos, ellas van cubiertas de una prenda que “voluntariamente” llevan, y lo pongo entrecomillado porque en algunos casos es una voluntad coercionada por su propia familia y religión; lo llevan porque lo deben de llevar, lo quieren llevar porque así lo dice la religión de su país, pero la simbología machista, retrógrada y ofensiva para la mujer sigue siendo la que es. Sumisión y desvalorización de la mujer. Pero en otros casos, como el que nos encontramos, ¡no es así! ni parece ser coerción su uso. En fin, parece complicada la ambigüedad del asunto. Aunque desde mi perspectiva personal, considero que el hecho de que en su país se haga no quiere decir que sea correcto el trato que se da al colectivo femenino, precisamente porque no hay libertad cuando se educa desde la desigualdad. Pero claro, ¿quiénes somos nosotros para cambiar su religión o sus deseos de llevarlo, a pesar de que para algunos esto sea incomprensible? o ¿no somos nosotros los que atribuímos a su uso una concepción negativa cargada de prejuicios?
No sé dónde leí que la religión sirve para arreglar problemas que no existirían si no existiera la religión; un juego de palabras bastante elocuente. Hablamos de la idoneidad de la interculturalidad, pero parece complicado integrar en nuestros centros algo que actualmente está considerado como símbolo de infravaloración y subordinación de la mujer. Y ahí ya si que nos tocan la fibra sensible... Un símbolo que muchos indican como libertad para llevarlo, mientras que por otro lado se cuestiona esa libertad por el mismo significado que ella tiene.
Ideal sería que este hecho fuese estudiado por el equipo de pedagogos, psicólogos o educadores que trabajen dentro del centro educativo, para así ver y detectar si alguna alumna se ve obligada por sus familias o ejerce libertad individualmente para llevarlo. Todo depende de ello: "yo soy yo y mis circunstancias" Y ahí entramos nosotros, los educadores, en juego.
Quizás nos encontramos en un momento en el que somos especialmente susceptibles ante cuestiones que afecten al colectivo de la mujer, porque lo entendemos como una posible amenaza contra las medidas de igualdad que intentan llevarse a cabo en nuestro país (a remolque de otros paìses europeos, por supuesto) y, en este caso, como un icono teoricamente despectipo y perjudicial para la imagen de la mujer que actualmente se está intentando cuidar. Pero no comparto las formas ni la toma de decisión de este centro. Apartar a una alumna de las clases no parece ser la manera más indicada, no al menos desde mi punto de vista. Pues ahora nos encontramos con la situación de que esta chica padezca una depresión diagnosticada, al menos eso argumenta el padre. Mientras, compañeros de su clase han acudido a las aulas con velo en solidaridad a su amiga. Entonces es cuando nos preguntamos si algo se ha hecho mal, y que puede no ser tan negativo llevar el velo porque esto no implica una imagen deplorable de la mujer, más allá de la que nosotros queramos darle.
Debemos tener mucha sutileza y cuidado con estas situaciones en las que hay una pequeña linea que separa la defensa de las desigualdades de género con la privación de libertad, y que nunca debemos cruzar, pues es la educación la que debe dar ejemplo y no convertirse en un agente de exclusión propiamente dicho.
Sea lo que sea y sin entrar en más polémica, lo que está claro es que la igualdad y la libertad son dos derechos humanos universales, independientemente de si se es hombre, mujer, católica, judía, musulmana o X, y que todos debemos disfrutar.
[MiremosMásAllá]
Problemas, has hecho entradas en el blog. Con temáticas muy pertinentes. Pero ninguna de este cuatrimestre con los elementos necesarios para que puedas APROBAR. Me gusta como redactas y me gusta que abordes temas de actualidad donde te posicionas. Pero eso no debe ser lo único que incluyas en el blog. Revisa cuidadosamente los criterios de evaluación del blog y ponte las pilas o tendremos problemas serios. No se si he sido claro. Jose
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