Bueno chicos, ahora nos toca pasar a las exposiciones que se impartieron el 11 de mayo sobre las mujeres toxicómanas embarazadas, cuya temática me parecía novedosa y captaba mi atención y, por otro lado, sobre la discapacidad sensorial.
Sobre la primera, empezar comentando que si las drogas son enormemente perjudiciales para aquellos que las consumen, imaginémonos cómo pueden ser los efectos que pueda sufrir un feto (tamaño más pequeño, malformación de órganos, espina bífida...). El primer trimestre el más susceptible para malformaciones físicas, el resto de meses aumenta las malformaciones psíquicas o funcionales. Evidentemente, estamos exponiendo al futuro bebé a una serie de secuelas, producto de una enorme inconsciencia por parte de la madre. Ahí es donde habría que actuar fundamentalmente, previniendo que se llegue a esta situación. Una vez ya nacido el feto con secuelas, por desgracia, no podemos rebobinar ni echar marcha atrás, únicamente retirar al bebé de brazos de su madre. Pero en fin, esto lo comentaré más adelante. Como hemos dicho, este hecho supone un deterioro del estado de salud en general por haberse previamente negado la mujer a someterse a un proceso de desintoxicación. Pero no nos vayamos tan allá, porque los efectos que produce el consumo de tabaco y alcohol no se quedan atrás, no vayamos a pensarnos… Así que cuidado con los vicios o las adicciones…que es un niño lo que llevamos dentro. Por otro lado, esta negación de la mujer a desintoxicarse puede estar relacionada con una falta de redes sociales y de apoyo, sobre todo si carecemos del apoyo fundamental de una pareja.
La baja autoestima o la falta de autocontrol pueden ser unos de los factores de riesgo más transcendentales en este ámbito, pero sólo pueden, porque hay gente que quiere consumir porque sí, aún estando en estado. La verdad, no sé dónde tenemos la cabeza.
Ante esto nos encontramos con unas pautas de actuación muy marcadas. En primer lugar, si la madre no se expone a un programa de desintoxicación se le quita el niño, ipsofacto. Y por otro lado, si la mujer no quiere desintoxicarse no se puede intervenir con ella, como todo. Por tanto, hemos de hacer ver la importancia de su recuperación, no sólo por ella sino por el bebe que ha de criar en unas condiciones adecuadas; y está claro, que una madre con una adicción a la droga no es el mejor entorno para criarse. En estos casos siempre hay que mirar por el más pequeño, el inocente, y concienciar a la madre en qué es lo mejor, y apoyarla en su proceso de desintoxicación. Una de las pautas llevadas a cabo es intervenir con ella y su familia (si la tuviera), participando mujeres que hayan pasado por eso también, fomentando así las redes sociales tan necesarias en estos casos. Además, hay que aprovechar el embarazo porque durante él la mujer suele estar más receptiva a aprender pautas de comportamiento con respecto al niño, así como después del parto. En definitiva, como pauta general de actuación, no se separa a la madre del niño si esta no se niega a participar en alguno de los programas de desintoxicación y reinserción laboral o si el niño presenta síndrome de abstinencia al nacer, donde la retira es inmediata sin siquiera preguntar. Incluso se dan casos en los que la mujer no ha preguntado ni por su hijo, y eso sí implica tener un grado de toxicomanía alto.
Esta abstinencia surge si la madre ha consumido algún tipo de droga durante el embarazo, surgiendo en el niño al nacer una necesidad de dicha sustancia consumida; lo que viene siendo el mono, coloquialmente dicho. Si consume metadona, por ejemplo, el síndrome es menor que el que tiene un niño cuya madre ha consumido heroína durante el síndrome, pero también lo tiene, que es lo que importan, pudiendo causar hasta malformaciones neurológicas. Lo mismo que si se fuman porros o el tabaco y alcohol antes comentado, por supuesto. De hecho, la marihuana es la droga más consumida durante el embarazo. Apaga y vámonos. Una matrona con la que tuvieron la oportunidad de hablar nuestras compañeras, contó que los casos de síndrome de abstinencia eran poco numerosos, a pesar de haber aumentado en los últimos años y que la edad de la mujer embarazada que consume ha bajado (antes estaba en 30-35 años y ahora 20-25).
No podemos señalar ningún perfil concreto de la mujer, es decir, ni mayoritariamente son prostitutas ni mujeres sin hogar ni nada semejante. No podría definirse ni establecer una generalización, sino que cualquier mujer está expuesta a ello, puesto que el consumo de drogas en nuestro país es muy elevado.
En cuanto al marco legislativo, nos encontramos con el I Plan andaluz sobre drogas 1980, el Plan Nacional sobre drogas 1985, el II Plan Andaluz sobre drogas y adicciones 2002-2007 y los programas de ciudades ante las drogas, los cuales son más preventivos y dirigidos sobre todo a la juventud, pretendiendo impedir que no se inicie el consumo. Dentro de estos planes se regulan los centros de intervención de drogodependencia, pero hablando pronto y claro, esta legislación ampara a todos las personas drogadictas en general, no existiendo nada que esté de manera exclusiva dirigido a este colectivo.
Centrándonos en las distintas tipologías de los centros que están relacionadas con la intervención de la drogadicción, con encontramos con:
- Centros provinciales de drogodependencia.
- Centros de tratamiento ambulatorio privado-concertado.
- Vivienda de apoyo y tratamiento así como vivienda de apoyo y reinserción.
- Centros de encuentro y acogida.
- Unidades de desintoxicación hospitalaria, régimen interno, sólo en hospitales.
- Comunidades terapéuticas: régimen interno.
- Centro de día.
Ellas visitaron Poveda, una comunidad terapéutica en la que ejecutan un seguimiento individual para la posterior reinserción en la comunidad y Proyecto Hombre, donde se realiza una terapia educativa muy importante. Pero lo importante de esto es que no encuentran ningún tipo de recursos específicos para mujeres toxicómanas, por lo cual, ellas mismas crean un recurso para este colectivo, CIMTE, que nos muestran a través de video y un folleto repartido por la clase para explicarlo.
En su proyecto evidentemente nos encontramos con la figura del educador social, pero la realidad es bien distinta. La mayoría de educadores no tienen papeles específicos, sino que son educadores sin carrera, no saben lo que son (psicólogos, profesores o pedagogo). Pero lo peor no es esto, sino que están contratados como educadores y si les preguntas por esta figura ¡no saben lo que son! Estamos ante un vacía asistencial profesional e norme, y un desconocimiento aún más preocupante.
Esta situación de desconocimiento sobre la figura del educador, herramienta que debe ser insustituible en este tipo de intervenciones, así como la escasa información sobre este colectivo y los escasos recursos o campañas preventivas con las que cuenta, son una de las carencias más grandes que encontramos. Más trabajo por hacer.
“es más fácil construir un bebé que reparar un adulto roto"
Pasamos a la segunda exposición del día, ¡DISCAPACIDAD FÍSICA Y SENSORIAL!
Al comenzar la clase las compañeras propusieron una lluvia de ideas que generó poca participación (diversidad funcional, limitaciones al nacer o después y ausencia de capacidad para algo), por lo que se meten en materia comentando el concepto de la OMS sobre discapacidad, dividido en física y sensorial.
Históricamente este colectivo ha sido discriminado y marginado por una sociedad que a día de hoy sigue teniéndole insuficiente consideración. De hecho, en la edad media la discapacidad era considerada un castigo divino, y por ello estas personas eran marginadas en sus casas o matadas. A día de hoy, en la mayoría de los modelos postindustriales gana terrena el modelo social, aunque en algunos casos aún se da el médico. El caso es que sea de una forma u otra, no podemos decir que se haya conformado una sociedad integral para este colectivo. Un colectivo que una de las mayores dificultades que presenta (dependiendo del tipo de discapacidad, por supuesto) es la de movilidad. No es para menos, si somos el país enamorado de las barreras arquitectónicas, en esta facultad sin ir más lejos.
Posteriormente, realizamos una dinámica en la que una parte de la clase eran los educadores sociales, que debían pensar sobre las funciones que estarían realizando, y otra parte teníamos una discapacidad física o sensorial y debíamos pensar sobre las dificultades con las que nos encontramos todos los días. Buena dinámica a mi juicio.
Hecho esto, y después de haber sido interrumpidos ocho años por la señora que reparte los cuestionarios para evaluar a los profesores, continuamos con los contenidos del colectivo. Podríamos determinar como factores de riesgo del colectivo los problemas sociales y económicos, barreras sociales, el paternalismo, el contexto diferenciación entre el medio rural y urbano, el bajo nivel educativo y la no adaptación curricular. De hecho, algunos discapacitados que viven en áreas rurales han de trasladarse a la ciudad por la falta de recursos y la poca adaptación de este entorno para la personas con discapacidad. No existen recursos para discapacidades específicas porque no hay suficientes personas que las tengan en medios rurales, donde el número de población es mucho menor. Aunque tampoco nos pensemos que la ciudad es algo divino, pero sí que se nos comentó las notorias diferencias entre ambas áreas.
La dificultad a la hora de acceder al mercado laboral y la carencia de redes sociales y aislamiento social son dos de los problemas sociales más evidentes en la actualidad fundamentados en los estigmas que giran en torno a un colectivo que consideramos más limitado por lo general que aquellos que no tenemos ningún tipo de discapacidad.
Por ello, es necesaria una adaptación curricular importantísima en los centros educativos y fomentar la IMAGEN POSITIVA.
La baja autoestima o la falta de autocontrol pueden ser unos de los factores de riesgo más transcendentales en este ámbito, pero sólo pueden, porque hay gente que quiere consumir porque sí, aún estando en estado. La verdad, no sé dónde tenemos la cabeza.
Ante esto nos encontramos con unas pautas de actuación muy marcadas. En primer lugar, si la madre no se expone a un programa de desintoxicación se le quita el niño, ipsofacto. Y por otro lado, si la mujer no quiere desintoxicarse no se puede intervenir con ella, como todo. Por tanto, hemos de hacer ver la importancia de su recuperación, no sólo por ella sino por el bebe que ha de criar en unas condiciones adecuadas; y está claro, que una madre con una adicción a la droga no es el mejor entorno para criarse. En estos casos siempre hay que mirar por el más pequeño, el inocente, y concienciar a la madre en qué es lo mejor, y apoyarla en su proceso de desintoxicación. Una de las pautas llevadas a cabo es intervenir con ella y su familia (si la tuviera), participando mujeres que hayan pasado por eso también, fomentando así las redes sociales tan necesarias en estos casos. Además, hay que aprovechar el embarazo porque durante él la mujer suele estar más receptiva a aprender pautas de comportamiento con respecto al niño, así como después del parto. En definitiva, como pauta general de actuación, no se separa a la madre del niño si esta no se niega a participar en alguno de los programas de desintoxicación y reinserción laboral o si el niño presenta síndrome de abstinencia al nacer, donde la retira es inmediata sin siquiera preguntar. Incluso se dan casos en los que la mujer no ha preguntado ni por su hijo, y eso sí implica tener un grado de toxicomanía alto.
Esta abstinencia surge si la madre ha consumido algún tipo de droga durante el embarazo, surgiendo en el niño al nacer una necesidad de dicha sustancia consumida; lo que viene siendo el mono, coloquialmente dicho. Si consume metadona, por ejemplo, el síndrome es menor que el que tiene un niño cuya madre ha consumido heroína durante el síndrome, pero también lo tiene, que es lo que importan, pudiendo causar hasta malformaciones neurológicas. Lo mismo que si se fuman porros o el tabaco y alcohol antes comentado, por supuesto. De hecho, la marihuana es la droga más consumida durante el embarazo. Apaga y vámonos. Una matrona con la que tuvieron la oportunidad de hablar nuestras compañeras, contó que los casos de síndrome de abstinencia eran poco numerosos, a pesar de haber aumentado en los últimos años y que la edad de la mujer embarazada que consume ha bajado (antes estaba en 30-35 años y ahora 20-25).
No podemos señalar ningún perfil concreto de la mujer, es decir, ni mayoritariamente son prostitutas ni mujeres sin hogar ni nada semejante. No podría definirse ni establecer una generalización, sino que cualquier mujer está expuesta a ello, puesto que el consumo de drogas en nuestro país es muy elevado.
En cuanto al marco legislativo, nos encontramos con el I Plan andaluz sobre drogas 1980, el Plan Nacional sobre drogas 1985, el II Plan Andaluz sobre drogas y adicciones 2002-2007 y los programas de ciudades ante las drogas, los cuales son más preventivos y dirigidos sobre todo a la juventud, pretendiendo impedir que no se inicie el consumo. Dentro de estos planes se regulan los centros de intervención de drogodependencia, pero hablando pronto y claro, esta legislación ampara a todos las personas drogadictas en general, no existiendo nada que esté de manera exclusiva dirigido a este colectivo.
Centrándonos en las distintas tipologías de los centros que están relacionadas con la intervención de la drogadicción, con encontramos con:
- Centros provinciales de drogodependencia.
- Centros de tratamiento ambulatorio privado-concertado.
- Vivienda de apoyo y tratamiento así como vivienda de apoyo y reinserción.
- Centros de encuentro y acogida.
- Unidades de desintoxicación hospitalaria, régimen interno, sólo en hospitales.
- Comunidades terapéuticas: régimen interno.
- Centro de día.
Ellas visitaron Poveda, una comunidad terapéutica en la que ejecutan un seguimiento individual para la posterior reinserción en la comunidad y Proyecto Hombre, donde se realiza una terapia educativa muy importante. Pero lo importante de esto es que no encuentran ningún tipo de recursos específicos para mujeres toxicómanas, por lo cual, ellas mismas crean un recurso para este colectivo, CIMTE, que nos muestran a través de video y un folleto repartido por la clase para explicarlo.
En su proyecto evidentemente nos encontramos con la figura del educador social, pero la realidad es bien distinta. La mayoría de educadores no tienen papeles específicos, sino que son educadores sin carrera, no saben lo que son (psicólogos, profesores o pedagogo). Pero lo peor no es esto, sino que están contratados como educadores y si les preguntas por esta figura ¡no saben lo que son! Estamos ante un vacía asistencial profesional e norme, y un desconocimiento aún más preocupante.
Esta situación de desconocimiento sobre la figura del educador, herramienta que debe ser insustituible en este tipo de intervenciones, así como la escasa información sobre este colectivo y los escasos recursos o campañas preventivas con las que cuenta, son una de las carencias más grandes que encontramos. Más trabajo por hacer.
“es más fácil construir un bebé que reparar un adulto roto"
Pasamos a la segunda exposición del día, ¡DISCAPACIDAD FÍSICA Y SENSORIAL!
Al comenzar la clase las compañeras propusieron una lluvia de ideas que generó poca participación (diversidad funcional, limitaciones al nacer o después y ausencia de capacidad para algo), por lo que se meten en materia comentando el concepto de la OMS sobre discapacidad, dividido en física y sensorial.
Históricamente este colectivo ha sido discriminado y marginado por una sociedad que a día de hoy sigue teniéndole insuficiente consideración. De hecho, en la edad media la discapacidad era considerada un castigo divino, y por ello estas personas eran marginadas en sus casas o matadas. A día de hoy, en la mayoría de los modelos postindustriales gana terrena el modelo social, aunque en algunos casos aún se da el médico. El caso es que sea de una forma u otra, no podemos decir que se haya conformado una sociedad integral para este colectivo. Un colectivo que una de las mayores dificultades que presenta (dependiendo del tipo de discapacidad, por supuesto) es la de movilidad. No es para menos, si somos el país enamorado de las barreras arquitectónicas, en esta facultad sin ir más lejos.
Posteriormente, realizamos una dinámica en la que una parte de la clase eran los educadores sociales, que debían pensar sobre las funciones que estarían realizando, y otra parte teníamos una discapacidad física o sensorial y debíamos pensar sobre las dificultades con las que nos encontramos todos los días. Buena dinámica a mi juicio.
Hecho esto, y después de haber sido interrumpidos ocho años por la señora que reparte los cuestionarios para evaluar a los profesores, continuamos con los contenidos del colectivo. Podríamos determinar como factores de riesgo del colectivo los problemas sociales y económicos, barreras sociales, el paternalismo, el contexto diferenciación entre el medio rural y urbano, el bajo nivel educativo y la no adaptación curricular. De hecho, algunos discapacitados que viven en áreas rurales han de trasladarse a la ciudad por la falta de recursos y la poca adaptación de este entorno para la personas con discapacidad. No existen recursos para discapacidades específicas porque no hay suficientes personas que las tengan en medios rurales, donde el número de población es mucho menor. Aunque tampoco nos pensemos que la ciudad es algo divino, pero sí que se nos comentó las notorias diferencias entre ambas áreas.
La dificultad a la hora de acceder al mercado laboral y la carencia de redes sociales y aislamiento social son dos de los problemas sociales más evidentes en la actualidad fundamentados en los estigmas que giran en torno a un colectivo que consideramos más limitado por lo general que aquellos que no tenemos ningún tipo de discapacidad.
Por ello, es necesaria una adaptación curricular importantísima en los centros educativos y fomentar la IMAGEN POSITIVA.
En cuanto a la intervención educativa, podemos diferenciar cinco pasos:
- ¿Cómo ha llegado la persona al centro?
- Realizar un diagnóstico de todos los profesionales que existen en el centro.
- Análisis de la situación.
- Información al individuo y las familias.
- Evaluación y seguimiento.
Pero en ninguno de estos pasos de intervención trabaja ni se nombra al educador social. Son los trabajadores sociales los que cumplen la función del educador, aún cuando ellos mismos reconocen la importancia de su existencia.
Tras intentar ver un video de niños con parálisis cerebral que fue imposible finalmente poner, dimos pasos a las conclusiones, recabando algunas tales como:
- Escasa presencia de educadores sociales y los mismos trabajadores sociales considera importante que exista.
- Fomentar imágenes positivas sobre personas con discapacidad (pensar lo que tenemos, no lo que no tenemos).
- Avance en las últimas décadas con este colectivo.
- Estereotipo y prejuicios.
- Falta de recursos.
- Heterogeneidad del colectivo.
Para finalizar, ¿son las personas con discapacidad las que se limitan a hacer sus quehaceres diarios o es la sociedad la que lo hace?
Todos somos limitados, el tema es como la sociedad y nosotros facilitemos esa consecución. El hombre el limitado por naturaleza para algunas cosas, pero con trabajo ha sido capaz de buscar alternativas para vencer esas limitaciones. En clase se puso un ejemplo que me gustó: el hombre no vuela, tiene esa limitación, pero si nos tenemos que Riviera en fin de curso la mayoría de nosotros volaremos. Es cierto que individualmente sin un ingeniero, piloto etc. no podríamos ir, pero todos JUNTOS SI.
- Fomentar imágenes positivas sobre personas con discapacidad (pensar lo que tenemos, no lo que no tenemos).
- Avance en las últimas décadas con este colectivo.
- Estereotipo y prejuicios.
- Falta de recursos.
- Heterogeneidad del colectivo.
Para finalizar, ¿son las personas con discapacidad las que se limitan a hacer sus quehaceres diarios o es la sociedad la que lo hace?
Todos somos limitados, el tema es como la sociedad y nosotros facilitemos esa consecución. El hombre el limitado por naturaleza para algunas cosas, pero con trabajo ha sido capaz de buscar alternativas para vencer esas limitaciones. En clase se puso un ejemplo que me gustó: el hombre no vuela, tiene esa limitación, pero si nos tenemos que Riviera en fin de curso la mayoría de nosotros volaremos. Es cierto que individualmente sin un ingeniero, piloto etc. no podríamos ir, pero todos JUNTOS SI.
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